Encontrarse por primera vez en un lugar resulta siempre intimidante. No bastan las lecturas previas, las bienintencionadas referencias. Siempre está esa sensación (no desagradable) de encontrarse en manos del destino, contando por toda guía con el instinto, la intuición y la entraña, sin olvidar el papel que juegan siempre el azar y la circunstancia.
A continuación una breve reseña de los lugares que nos alimentaron.
La Providencia
En este lugar, situado en los alrededores de la plaza de la Basílica nos refrescamos con unas ricas nieves de garrafa y un delicioso Tejuino. "Manjar de los dioses huicholes", el tejuino está elaborado con maíz fermentado, el cual le da su color café y fuerte sabor, se le sirve tradicionalmente con limón, sal y hielo, pero aquí lo coronan con un poco de nieve de limón. La mezcla formada por los residuos de esta con el tejuino resulta inolvidable. He bebido cientos de vasos de tejuino, este me gustó tanto que me propuse comprar uno todos los días.
Hambrientas y desorientadas, pero sobre todo hambrientas, caminamos largo rato buscando un lugar para desayunar, nada nos convenció y decidimos aventurarnos en este curioso establecimiento.
El local es pequeño, con cocina abierta y espacio apenas suficiente para un par de mesas. El mobiliario sencillo, de mesas y sillas de latón, decorado con poco presupuesto y abundante imaginación. Atendido por sus dueños, un par de jóvenes amables y singulares.
El menú es muy reducido y económico: variaciones de quesadillas y algunos croissant. Para beber sólo ofrecen cerveza y refresco.
Ordené una quesadilla con champiñones y me sorprendió gratamente verla servida sobre una tabla de madera cubierta con papel encerado y los champiñones colocados encima de la quesadilla, no dentro, como regularmente las he comido. Lo mejor fue el aderezo de pepino que nos presentaron para acompañarla.
Un detalle que me agrado especialmente fue recibir la cuenta dentro de una divertida bolsita de plástico.
Ciabatta
Es imposible comer quesadillas por tanto día, así que fuimos inmensamente felices al dar con este lugar muy cerca de nuestro hotel. Aquí los precios son justos y el trato amable, además de que cuentan con wi-fi.
Su nombre da una buena idea del menú. Ofrecen pizzas, paninos, ensaladas y desayunos. Entusiastas del pan artesanal y del jamón serrano como somos probamos:
- Pepito: arrachera, tocino, queso manchego, lechuga y chimichurri
- Ciabatta prosciutto: Jamón serrano, queso gouda, espinaca, jitomate.
- Ensalada César
- Hot Cakes con manzana y arandano
Conservo de recuerdo el papelito encerado con dibujos de estrellas sobre el que colocan los panini :)
Croissants Alfredo
En la cafetería de mi preparatoria probé por primera vez estos "cuernitos rellenos". Los hay salados y dulces: de zarzamora, chocolate, jamón y atún. Desgraciadamente la sucursal de Tepic cerró hace tiempo y la única manera de comerlos es visitando Guadalajara o bien encargándolos a alguna persona que venga de allá, así que no desaproveché la oportunidad de comprarme un par en esta ocasión. El de chocolate es mi favorito.
Un pequeño tip: calentarlo en el microondas unos segundos antes de comerlo. Hará que el relleno se derrita y el pan se ponga suave :)
